Luego de tocar desde el año 1983, “Esto es un negocio, pero un pésimo negocio”, no fue esto lo que encontraron en Venezuela los chilenos de Los Prisioneros. Todavía recordamos aquel concierto en el año de 1991, cuando el “I Festival Iberoamericano de Rock” en Caracas, Venezuela los recibía en la fría noche del sábado. Fue una noche donde en el cartel estaban " Los Rodriguez" y " Desorden publico", nunca olvidaremos ese pogo.
Pero no fue esto lo que apreciamos en otra fría noche del sábado 18 de Febrero, fecha cuando Los Prisioneros se presentaron en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, con la entrada tan cara, no habia más que recurrir a las viejas mañas de "un plan b", para poder penetrar el recinto. Como para todo hayun amigo en la vida, me uní a un par de panas punkis, y en lo que la portera se descuido: ´pa dentro, sin parar, que si nos para el seguridad, estamos fuera.
“Las Industrias, mueran las industrias” eran las primeras letras que se escuchaban de la voz de Jorge Gonzalez, cuando nadie se imaginaba que sería el final de la banda esa misma noche. “Quien mato a Marilyn” ( cantada por Tapia), “Por que no se van”, sin parar de bailar, no como en el ´91, porque las canas pegan, pero si con mucho entusiasmo avanzaba el show, Con una banda que en ningún momento hacía interacción con el público, que no recordaba nunca, su postura izquierdosa en el Chile, y que con tan sólo: "buenas noches", mostraba una escena completamente fría. Por ahí mi hermano Yumber dice: " Si leyeras la biografía de ellos, vieras que definitivamenteson unos mama.... ", hay que buscarla.
Los visuales, en el posterior del escenario, eran una de los protagonistas del show, tanto que le restaba importancia a la agrupación. Rasgueos de guitarra con gran influencia de los cincuenta, llevaban a sus temas muy cerca del rockabilly y cada vez mas alejado al contratiempo ska que llego a estar presente en sus temas, por los años ´80.
“Tren al sur”, dejaba de sonar, para presenciar unas de las “novelas” mas decepcionante del rock iberoamericano, ( si es que todavía en esta década, se puede utilizar estetermino) : Jorge Tapia culminaba el tema y se retiraba del lugar del evento, para que el público – burlándose del nombre del grupo- gritara “traicioneros, traicioneros”, por los 55 mínutos del show. En este mismo instante el resto de la banda (Miguel Tapia y Sergio “Coti” Badilla) permanecían sentados en el camerino, declarando ´pa el gordo Villapol, la banda se acababa.
Luego de treinta y cinco minutos, Tapia irrumpe por la puerta principal del recinto universitario, con guitarra acústica al hombro, para decir: “Les advierto que no tenemos más canciones”y canto a capella pedazos de “Amiga Mia”, “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos”, y repitió “Tren al sur”. Demasiado insultante, esta minúscula aparición del " vocero de los presos". Pero es que definitivamente ya" no tenían nada en la bola", símplemente "mataban el tigre" ó buscaban los reales, porque ya esto no es un pésimo negocio, para ellos.
Para de esta manera dar fin a un concierto, y ah una carrera de suramerican rockers, porque se cansaron de danzar el baile de los que sobran , de buscar quien mato a Marilyn, y prefieren ponerse del lado de las industrias.
